Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

Fe mía (Pedro Salinas)

No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Todo al mismo tiempo, dijo Mozart, que un día oyó la composición de un solo trazo. Los que se van, somos el águila que sobrevuela al monolito.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

Sola
Entre peldaños de mármol
tiritas en la sala
y asumes lo irreversible:

Pero te reconocen,
Eres el violín de todas las canciones,
escuchas palmadas de oro desde el camerino.

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

Fe mía (Pedro Salinas)

No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Todo al mismo tiempo, dijo Mozart, que un día oyó la composición de un solo trazo. Los que se van, somos el águila que sobrevuela al monolito.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

Sola
Entre peldaños de mármol
tiritas en la sala
y asumes lo irreversible:

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Pero te reconocen,
Eres el violín de todas las canciones,
escuchas palmadas de oro desde el camerino.

Nada es suficiente para la realeza de un fantasma.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

Ya sin el vestuario,
abandonas ese y todos tus diplomas
detrás de bambalinas.

Hallaron rodillas que los acogieron y los mismos pechos los amamantaron, aunque él come del plato de lentejas y lo que ha de comerse sin sal.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

Con hilos de oro
la muerte
no se echa de el sillón

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Nada es suficiente para la realeza de un fantasma.

Ya sin el vestuario,
abandonas ese y todos tus diplomas
detrás de bambalinas.

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

Sola
Entre peldaños de mármol
tiritas en la sala
y asumes lo irreversible:

Pero te reconocen,
Eres el violín de todas las canciones,
escuchas palmadas de oro desde el camerino.

Con hilos de oro
la muerte
no se echa de el sillón

Fe mía (Pedro Salinas)

No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

Hallaron rodillas que los acogieron y los mismos pechos los amamantaron, aunque él come del plato de lentejas y lo que ha de comerse sin sal.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

Sola
Entre peldaños de mármol
tiritas en la sala
y asumes lo irreversible:

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Fe mía (Pedro Salinas)

No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Nada es suficiente para la realeza de un fantasma.

Berrinchare: efecto de protesta activa hasta obtener lo que se desea/ Berrinchó al poncharse el globo. Dicere: capacidad de lenguajear/ fluir humano en coordinaciones conductuales consensuadas. Autopoiesis: una herida que sana. Fari: hablar/ celebrar / cantar Colita de rana.

Ante un espejo insulso
frotas tus párpados
como plazas de un mercado vacío.

Extiende la madeja umbilical. Busca el hueco en la cabeza de una aguja. ¿Quieres que te la cosa? Estiras los pies sobre la cama. Cósela para que me acompañe en la luz, porque en la oscuridad no la necesitas. Cose de una vez este saco desfundado. Lo precisas para jugar.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

¿Cuándo aquí? Entre paredes de sonido. ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Eso, ahí. En breve. No eres.

Será real e intenso cuando desprendido del tallo se deshidrate su esencia.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Nada es suficiente para la realeza de un fantasma.

Sola
Entre peldaños de mármol
tiritas en la sala
y asumes lo irreversible:

Sara Camhaji

visualizar la voz del pensamiento.
pensar la imagen de la voz.
provocar al destino. jugar.
desde el azar, desde el suspiro.
entender la fuerza que enlaza
la imagen al nombre.
el nombre es una imagen.
la imagen es un verbo.
juega. nada es casualidad.
destino es juego.
todo es destino.

Este sitio es parte del proyecto"NO TOMES FOTOS DEL PAISAJE, TOMA RETRATOS, Y SI QUIERES, PON UNA VISTA DE FONDO", cuyo objeto creativo circunda el fenómeno de la memoria y su visualización conceptual. Así, Sara explora los diferentes lenguajes sobre los que la mente recarga su verdad y la forma en que construye nuestro mundo interior.
Acerca de
SARA CAMHAJI (Ciudad de México, 1986) es escritora, docente y mamá. Su trabajo es respuesta natural de las cosas que ha vivido y las dimensiones emocionales por las que, durante su vida, ha habitado. Narra y escribe desde que existe. La poesía —eje estructural de su búsqueda— ha generado en ella el desarrollo de nuevas formas discursivas, cuya cercanía con la realidad interior humana resultan encarnantes y muy apropiables por desgarradoras. Tiene una maestría en creación literaria, dos hijos y dos publicaciones liberadas; Maleza (Alboroto Ediciones, 2022) y el presente título. Algunos de sus poemas se han publicado en el periódico de poesía de la UNAM. Becaria en el 2017 por Asylum Arts y ganadora de la residencia artística The Peleh Fund en Berkeley, California para 2023. ¿Poesía narrada, narrativa poética? Sara escribe desde la voz de un archivo con vida propia, como el pensamiento de una máquina del tiempo, o desde la oscura sinceridad de quien no-sabía-que-tenía-que-vivir.
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