¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Un minuto de silencio

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

Se les paga con memoria, moneda inestable de cada día.

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

INFANCIA ES OTRA COSA

Modelo del habla
Minucia

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

“Aquí nadie te va a encontrar si no haces ruido, ni siquiera ese que haces al succionar la nariz”.

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Un minuto de silencio

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

INFANCIA ES OTRA COSA

Modelo del habla
Minucia

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

Se les paga con memoria, moneda inestable de cada día.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

“Aquí nadie te va a encontrar si no haces ruido, ni siquiera ese que haces al succionar la nariz”.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

Empieza el show. Ya está listo. Te sientas para ser el público. Ahora puedes aplaudir.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Anhelabas ser como ella, relinchar en la tormenta, cruzar a nado los mares del continente.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

No estabas llorando por madre.
Llorabas porque no puedes pegar tu sombra.
De todos modos, no estabas llorando
(Peter Pan, Primer acto)

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Un minuto de silencio

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

INFANCIA ES OTRA COSA

Modelo del habla
Minucia

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

no es un juego. Será la última vez que nos dejen pasar tarde.

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

“Aquí nadie te va a encontrar si no haces ruido, ni siquiera ese que haces al succionar la nariz”.

No estabas llorando por madre.
Llorabas porque no puedes pegar tu sombra.
De todos modos, no estabas llorando
(Peter Pan, Primer acto)

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Empieza el show. Ya está listo. Te sientas para ser el público. Ahora puedes aplaudir.

Anhelabas ser como ella, relinchar en la tormenta, cruzar a nado los mares del continente.

Sorbía
tragaba
lamía

fracción de taza
donde sus labios
pudieron
haber dejado
una gota.

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Un minuto de silencio

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Un minuto de silencio

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

INFANCIA ES OTRA COSA

Modelo del habla
Minucia

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

¿para qué sirve el bilé?, para que te quieran.

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

"¿De dónde viene esta floración?".
Del tiempo.
"No. De tu necesidad de recordar lo que nisiquiera recuerdas".

¿Quién es un monstruo marino o un mar embravecido para que su tormento sea un leviatán acordonado por la lengua?

Recordarás el blanco —por ejemplo—, el favorito de Mari.
De Lalo, el avistamiento de flores pequeñas.

Un minuto de silencio

Aún conservo la cicatriz de esa burbuja en la parte posterior de mi muñeca.

Están las palomas, aletean. Fin del minuto. Silencio. Cientos de palomas vuelan hacia mí, me cagan encima.

Cándido: ingenuo/ algodoncillo/ que solo busca cultivar su propio jardín/ míralo ahí tan campante, ¿pero dónde te habías metido, criatura?​

Malgaste. Velar lo velado. ¿Quién o qué se ocupa de lo que no se reveló?

Yo no doy
le pido
como el señor

el que ha quitado
el señor ha quitado.

INFANCIA ES OTRA COSA

Modelo del habla
Minucia

El señor ha dado, el Señor ha quitado.

Cierras los ojos y tragas de un bocado la hostia de tu linaje.

Fueron vasos de unicel unidos por cuerdas de caña, las subidas en bicicleta y las frentes raspadas.

Sara Camhaji

visualizar la voz del pensamiento.
pensar la imagen de la voz.
provocar al destino. jugar.
desde el azar, desde el suspiro.
entender la fuerza que enlaza
la imagen al nombre.
el nombre es una imagen.
la imagen es un verbo.
juega. nada es casualidad.
destino es juego.
todo es destino.

Este sitio es parte del proyecto"NO TOMES FOTOS DEL PAISAJE, TOMA RETRATOS, Y SI QUIERES, PON UNA VISTA DE FONDO", cuyo objeto creativo circunda el fenómeno de la memoria y su visualización conceptual. Así, Sara explora los diferentes lenguajes sobre los que la mente recarga su verdad y la forma en que construye nuestro mundo interior.
Acerca de
SARA CAMHAJI (Ciudad de México, 1986) es escritora, docente y mamá. Su trabajo es respuesta natural de las cosas que ha vivido y las dimensiones emocionales por las que, durante su vida, ha habitado. Narra y escribe desde que existe. La poesía —eje estructural de su búsqueda— ha generado en ella el desarrollo de nuevas formas discursivas, cuya cercanía con la realidad interior humana resultan encarnantes y muy apropiables por desgarradoras. Tiene una maestría en creación literaria, dos hijos y dos publicaciones liberadas; Maleza (Alboroto Ediciones, 2022) y el presente título. Algunos de sus poemas se han publicado en el periódico de poesía de la UNAM. Becaria en el 2017 por Asylum Arts y ganadora de la residencia artística The Peleh Fund en Berkeley, California para 2023. ¿Poesía narrada, narrativa poética? Sara escribe desde la voz de un archivo con vida propia, como el pensamiento de una máquina del tiempo, o desde la oscura sinceridad de quien no-sabía-que-tenía-que-vivir.
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